¡¡Buenos y simpáticos días desde este último del 2.013!!
Queridos amigos de este espacio de aventuras y de palabrería por mi parte, hoy os vengo a anunciar, como bien sabéis, que hoy se acaba este fatídico año; infernal en los despachos, pero precioso en la vida real.
Precioso por tener a mis niños cerca todo el tiempo que puedo y me dejan las dichosas normas impuestas por los seres humanos, que no son buenas ni son humanas; sino que están mal formuladas y dejan mucho que desear, porque favorecen, sin más, a ciertos colectivos. Necesitamos normas y leyes que sean justas y no coarten a nadie, sino que den a cada uno lo que se merece y dónde no se de prioridad a la mentira.
Ayer, después de diez días, dejé a mis niños con su madre. Diez días preciosos, en los que han estado malos, vividos desde que se han levantado hasta que se han ido a la cama; ha sido la mejor Navidad de mi vida, al lado de los que realmente me quieren y a los que quiero. Mis hijos, mi pareja, mi familia y los que nos rodean y nos desean lo mejor. Gracias hijos por demostrarme que estoy por encima de muchas personas, que me queréis y que queréis que tengamos una convivencia más dinámica y compensada; no siendo un simple paganini y un recogedor de fin de semana.
Mi deseo para este año que entra es poder tener en los despachos y juzgados lo que gané estando con mis hijos, que todos los que me rodean sean felices, que haya paz en el mundo y que la avaricia tenga su premio.
¡¡¡FELIZ AÑO 2014!!!
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