jueves, 5 de agosto de 2010

Los tiempos de mi niña


   Pues eso, los tiempos de Lucía no son, ni por asomo los de otros niños de su edad; todo es más lento, ya lo sabíamos, pero hasta el extremo de que lleva un diente colgando y ya tiene el otro casi fuera. Esto es lo que hay, "así es Lucía" decía la canción, si os acordáis. Bueno, no pasa nada estamos aquí para afrontarlo todo y de todos, que no es tarea fácil.


  Lo dejamos en que íbamos a ir al otorrino y así lo hicimos y como ya comente en al anterior post era probable que esperáramos a septiembre y así ha sido; muchos capuzones en la playa a ver si con un poquito de suerte podemos evitar los conductos, algo lejos de lo que será realidad. De momento hemos conseguido un pequeño margen de dos meses y un alivio de nervios.


   Es fantástico ver como su hermano y ella se entienden a la perfección, Lucía le habla muy despacio para que él lo entienda a la primera y lo hace, vaya que lo hace. Parece que tienen la misma edad, el mismo conocimiento; se ponen a la altura el uno del otro y el otro del uno, todo les parece poco y hasta tienen el mismo genio para decir que no a algo o pedir algo con insistencia. Los empujones son continuos por ambas partes y los porrazos, tropezones, etc. cada día son más frecuentes, son auténticos pequeños camicazes.