miércoles, 28 de octubre de 2009

UN HOSPITAL MUERTO


Publicado en el diario La Verdad en noviembre de 2.004


Estimado Sr., por la presente vuelvo a poner de manifiesto las deficiencias del Hospital Los Arcos, de Santiago de la Ribera. Ya en la carta anterior, que no han publicado, ponía de manifiesto ciertas irregularidades que sufre ese hospital; antes que publicarla, se pusieron en contacto con el director del centro y, este, habló sobre estas deficiencias.

El día 1 de noviembre de 2004, de madrugada para el 2, tuve que volver, muy a mi pesar a ese hospital. Eran las 2 de la madrugada cuando llegamos con mi mujer, que se estaba desangrando; nos atendieron deprisa porque no había nadie esperando. A mi mujer la exploraron y le hicieron una analítica, con las mismas nos mandaron salir a sentarnos y esperar los resultados; tuve que avisarles porque mi mujer seguía sangrando abundantemente y entonces nos hicieron pasar, de nuevo. Cuando llegaron los resultados, ningún “médico” de los allí presentes sabía interpretar la analítica, tuvieron que mirar unas tablas y después de eso a esperar otra vez al especialista.

A las 4:30 ó 5:00 de la madrugada, después de que la volviera a explorar el especialista, se decide que ha de quedar ingresada para otro legrado. Dicha operación se realiza a las 10:30 de la mañana, mi mujer lleva en el hospital 8:30 horas, desangrándose. Después de la operación nos comunican el resultado de la misma y nos revelan que en el legrado realizado el día del parto, 04/10/2004, no se había limpiado NADA de lo que pudiera haber habido.

Mis preguntas son:

¿Están preparados los médicos de urgencias de ese hospital, o necesitan el apoyo de alguien más experimentado?
¿Por qué se tiene a una persona 8:30 horas esperando para intervenir, si se está desangrando?
¿Por qué, si en el primer legrado no se extrae nada, no se le hace una ecografía antes de dar el alta?

Por todo esto y por otras cosas es por lo que me voy a erigir como voz para una plataforma pro-cierre de Los Arcos.

Por último un ruego a los Srs. Alcaldes de la zona del Mar Menor, a todos sin excepción. Menos campos de golf, que sólo van a utilizar los extranjeros con dinero, y más hospital, porque el que hay es una porquería. Saldremos ganando todos.

Llegaste

Enviado a cartas de amor de la cadena Cope en 2.006




Llegaste a nuestras vidas un 4 de Octubre, para ser más específicos del año 2.004; eras una niña deseada y querida, eras el sueño que tanto anhelábamos tu madre y yo. Tu nombre, Lucía, lo dice todo; serias la luz de la casa y sí, lo has sido desde el primer día nos has abierto los ojos a una realidad, bien distinta a la de otras familias que tuvieron a sus hijos el mismo día en que llegaste tú a nuestras vidas.

Lucía nos has enseñado a amar con mayúsculas, a sonreír en días difíciles, cómo tú lo haces, a ver la vida de otra forma, a saber enfrentarnos con la realidad, sí fue difícil pero tú nos estas enseñando sin saberlo. Mañana, sí Ayanta quiere leerla hoy, cumplirás dos años, dos años estupendos de existencia de un ser, como otros tan especial; porque puedes ser distinta pero eres al fin y acabo una persona, con Síndrome de Down, pero una persona, igual ó mejor, por lo menos para nosotros. Lucía te queremos, no cambies.

Queridos Reyes Magos

Publicado en el diario La Verdad en diciembre de 2.008


Así debería haber empezado una carta que deje de escribir el año pasado por estas fechas; sólo tuve la intención, o el pensamiento, de hacerlo. Pero sí he recibido el regalo que quería y por eso, hoy más que nunca, tengo que decir y pregonar que los Reyes Magos existen y son eso, MAGOS en mayúsculas.

No soy de las personas que les piden muchas cosas, pero el año pasado les pedí un regalo sin precio: un hijo (daba igual el sexo) y es que se ponen las cosas difíciles con los hijos. A primeros de febrero de este año nos dieron la noticia, iba a ser papá, y el 11 de octubre del presente he recibido el regalo; tener en mis brazos a Mario ha sido precioso y la confirmación de la existencia de lo sobrenatural.

Es por esto que pido, en beneficio de todos, que no perdamos a nuestros Tres Reyes Magos; sin ellos se perdería la Magia de este Mundo (hay que tener fe).

Muchas gracias queridos Reyes Magos y Feliz Navidad a todos.

jueves, 15 de octubre de 2009

Año 2006

Naciste hará dos años, mañana, si esta carta se lee hoy día 3 de Octubre. Es un día muy especial, ¿verdad? Mira todo lo que hemos pasado, lo mucho que hemos corrido, lo que te esperábamos y deseábamos y lo que hemos recibido, ¡un regalo del cielo! Sí, porque tú eres el mejor regalo que tu madre y yo pudimos recibir, un tesoro bruto que no sabíamos como pulir y aún hoy no lo tenemos claro; porque eres especial, eres distinta pero a la vez tan igual al resto de niñas.

Lucía es tu nombre y nos has dado una luz, como nunca antes habíamos recibido; no recuerdo tanto amor en un ser tan pequeño, tanto cariño, tanta sapiencia, nunca antes habíamos aprendido tanto en tan poco espacio de tiempo. Pero hemos aprendido porque nos has enseñado, nos han enseñado a que eres así desde que te concebimos, ni antes, ni después justo en ese instante y también nos han enseñado con palos, pero tú eres la más fuerte de los tres. Parece que te diste cuenta que tenías Síndrome de Down el día que naciste y nos lo has puesto mucho más fácil a todos, por eso y por mucho más que no cabe aquí, te mandamos esta carta de amor y, a la vez, de complicidad.

Lucía te queremos tanto..........

miércoles, 14 de octubre de 2009

Aquel paracaídas



Al pequeño Óscar su madre siempre le había dicho que su padre saltó del avión una oscura noche y que nunca llegó a tierra, que se quedó en el cielo. Por eso solía mirar hacia arriba cada vez que pasaba un avión, esperando verle bajar, y aunque su madre le había dicho una y mil veces que nunca bajaría, que estaba muy feliz allí arriba esperándolos, seguía mirando, seguía esperando verle caer con su paracaídas hinchado por el viento.
Muchas noches, mientras su madre debía dormir, Óscar se asomaba desde la amplia terraza de su casa a mirar el cielo, la calle. Su madre, que debía ser muy sigilosa para no ser descubierta, conocía su costumbre.
Nunca caía nadie, siempre paseaba el mismo vagabundo, el mismo camión de la limpieza y la misma pareja de novios besándose. Se lo conocía de sobra, eran ya muchas noches de vigilancia, de estar pendiente de su hijo.
Una noche, Marta, la madre, muy preocupada por la obsesión de su hijo y con la sana intención de dar una alegría a Óscar y acabar con sus noches en vela escribió una nota: Hijo, debes dormir y no preocuparte más por mí, me encuentro muy bien aquí, aunque por motivos que ahora no te puedo explicar, no puedo bajar a verte Debes acostarte todas las noches. Se bueno y obediente con tu madre y no le digas nada de nuestro secreto. Te quiero mucho. Subió a la azotea del edificio y, con mucho cuidado para no ser vista, dejó caer un pequeño paracaídas con la carta en su interior.
Marta esperaba que después de esa noche su hijo terminara con sus noches en vela. Sin embargo, la noche siguiente su sorpresa fue grande cuando vio a Óscar en la terraza soltando un globo con una cesta que contenía un pequeño sobre en su interior y que ascendió perdiéndose en el cielo. La curiosidad era enorme, ¿qué podría haber escrito?, ¿cómo se podía enterar?
A la mañana siguiente, mientras Oscar continuaba durmiendo, Marta se extrañó al ver un pequeño paracaídas en el suelo de la terraza. Inmediatamente se acercó para ver si encontraba algo. Había una carta que se apresuró a abrir: Querida Marta, te echo de menos. He recibido otra carta de nuestro hijo que me ha emocionado profundamente. Puedes estar tranquila, él no volverá a pasar las noches mirando al cielo. Conoce la verdad y lo entiende. Gracias por todo. Un beso.


Autor: Miguel González Molina

lunes, 5 de octubre de 2009

Las promesas

Hace cinco años (04-10-04) que llegaste al mundo para cambiar “el nuestro”, has sido, eres y seguirás siendo lo mejor que tu madre y yo tenemos, junto con tu otro hermano; el cuál llegó para cambiar un poquito tu trono de sitio y hacernos ver que existen otras oportunidades.

Lucía, cumples cinco maravillosos años vividos intensamente ¡felicidades cariño!, ya que tu minusvalía nos hace estar alerta siempre; pero ya estamos acostumbrados. Estos años son una bendición del Señor, ya que según el pediatra de Los Arcos te ibas a morir y eso no sucedió. Aún hoy recuerdo la noche en que tu madre entró al hospital al romper aguas en casa, la soledad de la sala de espera, los pensamientos que tiene un padre primerizo “¿Saldrá todo bien? ¿Estarán bien las dos? Todo ese tipo de preguntas que puedes hacerte en esa situación”

Hoy con la “experiencia” de dos hijos puedo decir que salió muy bien, que eres la Luz de nuestras vidas, la alegría de quién te rodea, la ilusión por todo. Eres tú, Lucía, la que en realidad llegaste para hacernos ver las cosas de otro modo, yo creo que de mejor manera a como lo hacíamos. Entraste por la puerta de atrás, podríamos decir, pero hoy, mi niña, estás dentro de casa, tan dentro que no te podríamos “echarte”. Gracias Lucía por elegir esta casa, por traernos este regalo, por hacer que tu minusvalía (Síndrome de Down) sea lo mejor de nuestra vida y de cuantos te rodean.

Hemos luchado y lo seguiremos haciendo por que encuentres tu lugar en este mundo sin conciencia y dejado de todo tipo de valores morales, por que vuestra vida sea lo más independiente posible y por que no seáis abandonados por la sociedad.

¡Felicidades!