lunes, 4 de octubre de 2010

Felicidades princesa

Sólo recuerdos agradables




Estimado Sr. Director del diario La Verdad, esta vez en la que mi hija Lucía, una niña con Síndrome de Down, va a cumplir 6 años, no voy a acordarme del mal trato recibido en el Hospital Los Arcos el día de su nacimiento, ni de las palabras “su hija es mongólica y se va a morir” que me espetó un “medicucho (Dr. Emilio)” de dicho Hospital. ¡No!



Hoy quiero poner de manifiesto mi gratitud y mi asombro a todo este gran mundo de la deficiencia intelectual y a ellos, esos grandes desconocidos “los niños Down”. Es difícil para una familia la adaptación a este mundo, a esta realidad, que no está ni más lejos ni más cerca que la de cualquier otro niño. No es ni más ni menos que más gravosa, no sólo en lo monetario, sino en todos los sentidos de la vida (educación, tiempo, etc…), sería inmensa la lista. ¡Es distinto!, pero a la vez tan parecido.



Lo más importante de toda esta inversión es el esfuerzo de estos niños hasta extremos insospechados, no sabe nadie la carga de trabajo físico e intelectual que tienen y que sin ella no podrían llegar a ser los niños que son hoy y que todos nosotros, sus padres, admiramos. Desde bebés tienen que esforzarse al máximo para conseguir, como lo ha hecho Lucía, un mínimo de conocimiento, expresión oral y un largo etc… Lo mejor de todo ello, es que al final el sacrificio de hijos, hermanos, padres, abuelos, etc. se ve recompensado con unos besos, unos abrazos, unos…… que te hacen ver que la diferencia es grande, en lo espiritual.



Lucía, sigue así, aprovecha cada minuto de tu vida en derribar nuestros escudos de maldad, nuestra muralla humana, nuestra fealdad del alma, nuestro egoísmo, no cambies. En este día tan especial, del cual debemos recordar lo bonito, toda tu familia y en especial tu padre te desean feliz cumpleaños. Ya son seis y según el “pediatra”: “eras mongólica y te ibas a morir”.



¡Felicidades!

Carta enviada y no publicada, de momento.